Manifiesto Popayán: Encuentro Nacional de Custodios y Guardianas de Semillas Nativas y Criollas Popayán, 29 de octubre de 2025
Las organizaciones indígenas, afro, campesinas, las organizaciones accionantes de la Sentencia T-247/23 y las redes comunitarias de semillas nativas y criollas, reunidas en Popayán, en el Encuentro Nacional de Custodios y Guardianas de Semillas Nativas y Criollas, entre los días 29 y 30 de octubre de 2025 en la ciudad de Popayán nos pronunciamos en el siguiente manifiesto:
- Las semillas nativas y criollas son bienes comunes de los pueblos y han sido fundamentales para la vida, la cultura, los saberes, la salud, los sistemas tradicionales de agricultura y la soberanía alimentaria.
- Las semillas han sido compartidas solidariamente por los pueblos y comunidades y han circulado libremente, sin restricciones y somos nosotros quienes tenemos derechos precedentes y consuetudinarios sobre sus bienes comunes, por lo tanto, deben permanecer libres de todas las formas de apropiación a través de la propiedad intelectual y de control por el Estado y el sector privado.
- Los pueblos y comunidades tenemos el derecho colectivo de autodeterminación cultural y tecnológica y reconocen que la defensa de las semillas es inseparable de la defensa integral de los demás bienes comunes como el agua, el suelo y el alimento.
- Las organizaciones indígenas, afro y campesinas estamos muy preocupadas porque hoy en día las semillas están amenazadas por la privatización y el control corporativo del sistema de semillas a través de la apropiación y saqueo de las semillas de los pueblos y comunidades.
- La industria biotecnológica manipula la agrobiodiversidad por diferentes métodos para desarrollar organismos vivos modificados protegidos por propiedad intelectual y leyes que le permiten a las empresas ejercer un control monopólico sobre el uso y mercado de semillas, lo que convierte en ilegal que los agricultores produzcan, intercambien y comercialicen sus propias semillas.
- En el país se han impuesto leyes de propiedad intelectual para proteger los derechos de obtentores vegetales a través de UPOV, leyes de certificación de calidad y registro de variedades para la comercialización y normas de bioseguridad que autorizan las semillas y alimentos transgénicos. Estas normas en su conjunto legalizan el despojo, desconocen el derecho de los pueblos y comunidades sobre sus bienes comunes y el derecho humano a la alimentación adecuadas.
- En el país desde el 2002 se han autorizado las siembras de cultivos transgénicos, inicialmente con algodón transgénico, el cual, al día de hoy, ha evidenciado un rotundo fracaso. Desde el 2007 se aprobó la siembra de maíz transgénico en el país sin los debidos controles de bioseguridad. Hoy día se han evidenciado los impactos negativos generados por estas tecnologías, especialmente los impactos culturales, ambientales y socioeconómicos, en territorios indígenas y campesinos; como lo señaló y evidenció la Corte Constitucional en la Sentencia T-247/23, mediante la cual se constató la presencia de contaminación genética en territorios indígenas de cinco regiones del país.
- Igualmente, la Corte Constitucional señaló que las autoridades competentes relacionadas con las semillas no cuentan con mecanismos jurídicos y técnicos para proteger las semillas nativas y criollas por las afectaciones de los cultivos transgénicos.
- Establecer mecanismos jurídicos y evaluaciones técnicas que permitan controlar y evitar la contaminación genética de los maíces criollos en los territorios indígenas.
- Implementar un marco normativo y de política pública participativo para la protección, conservación y producción de semillas nativas y criollas.
En este contexto las organizaciones accionantes y los participantes de este encuentro nacional proponemos que estas órdenes de la Corte Constitucional deberían implementarse teniendo en cuenta los siguientes criterios:
- Para la construcción de la política nacional de protección de las semillas nativas y criollas se deben implementar mecanismos jurídicos que permitan reconocer y proteger la agrobiodiversidad como bien común de los pueblos y comunidades étnicas y campesinas, libres de todas las formas de propiedad intelectual, de privatización y control corporativo, y que permita su libre producción, uso y comercialización por parte de las comunidades.
- Se deben revisar y modificar los aspectos incorporados en los tratados internacionales, las leyes y las normas nacionales y en los programas institucionales que han impedido o limitado el reconocimiento de los derechos de los pueblos y comunidades sobre sus semillas.
- En aplicación del principio de precaución y como medida de protección de la agrobiodiversidad, los medios de sustento, la soberanía y autonomía alimentaria de las comunidades étnicas y campesinas, Colombia debe declarar una prohibición o moratoria a las semillas y cultivos transgénicos en el país.
- El Estado debe comprometerse al fortalecimiento de procesos comunitarios de formación y cualificación de custodios y guardianas de semillas a partir de las experiencias locales.
- El Estado debe reconocer las decisiones autónomas de pueblos y comunidades que deciden declarar sus territorios libres de transgénicos.
- Realizar una reestructuración institucional, especialmente del Instituto Colombiano Agropecuario – ICA y AGROSAVIA con vías a promover la agroecología y las semillas nativas y criollas.
- Los pueblos y comunidades custodios y guardianas de semillas nos comprometemos a defender la producción, uso, intercambio y comercialización de semillas y especies nativas y criollas en nuestras comunidades, fincas, parcelas y casas de semillas, enseñando a nuevas generaciones como cultivarlas y mantenerlas mediante los saberes y técnicas tradicionales, así como la libertad para defenderlas como bienes comunes de la humanidad.
- Nos comprometemos a promover la articulación de acciones colectivas en defensa de las semillas, los territorios libres de transgénicos, los medios de sustento de las poblaciones rurales y la soberanía alimentaria.
- Nos comprometemos a ser generosos como la tierra, claros como el agua, fuertes como el viento y solidarios como las semillas.
Los custodios y guardianas de semillas manifestamos nuestro inconformismo por la ausencia de la señora Ministra de Agricultura Martha Carvajalino en este importante encuentro nacional para avanzar en la protección de nuestras semillas nativas y criollas.
Los participantes por los resguardos accionantes manifestamos la falta de compromiso del ICA para avanzar en la implementación y cumplimiento de la sentencia T-247.
Fotografías: Alejandra Reátiga