Mi Pueblo Zenú Territorio Libre de Transgénicos
La campaña “Mi Pueblo Zenú Territorio Libre de Transgénicos” es una iniciativa impulsada por la Asociación de Productores Agropecuarios Alternativos (ASPROAL), ubicada en el municipio de San Andrés de Sotavento, en Córdoba. Desde su creación en 2005, esta campaña ha sido una estrategia fundamental para declarar el territorio Zenú como un espacio libre de transgénicos, respaldado oficialmente por la Resolución No. 007 de 2010, que dispone de la declaratoria del Resguardo Zenú como un territorio protegido de los cultivos transgénicos.
Propósitos y objetivos de la campaña
El principal objetivo de la campaña es preservar la soberanía alimentaria del pueblo Zenú mediante la protección de sus semillas criollas y nativas, especialmente el maíz de colores, que representa un pilar en su dieta, cultura y economía. La iniciativa busca reforzar la importancia de conservar estas semillas, que no solo son un recurso alimenticio, sino también poseen un valor cultural, gastronómico, medicinal y espiritual para la comunidad. La campaña pretende, además, asegurar la continuidad de las prácticas agrícolas tradicionales que contribuyen al bienestar y la autonomía de la comunidad Zenú.
Concientización y formación de las nuevas generaciones
Uno de los ejes fundamentales de la campaña “Mi Pueblo Zenú Territorio Libre de Transgénicos” es la formación de jóvenes conscientes y comprometidos(as) con la defensa de su territorio y su herencia cultural. A través de un programa educativo dirigido a estudiantes de grados 9, 10 y 11 de distintas instituciones del territorio Zenú, la campaña busca transmitir el valor de las semillas criollas y nativas como símbolo de identidad y supervivencia. Estas semillas representan no solo una fuente de alimento, sino también el sustento cultural, medicinal y espiritual del pueblo Zenú, por lo que es crucial que las nuevas generaciones comprendan su importancia.
Mediante talleres de sensibilización y aprendizaje sobre biodiversidad y prácticas agrícolas tradicionales, los(as) jóvenes adquirieron una profunda comprensión de los impactos negativos de los cultivos transgénicos y de la agricultura industrial en su territorio. Con este conocimiento, los(as) estudiantes participan activamente en la campaña, liderando una serie de actividades creativas en sus comunidades, como murales, maquetas, poemas, obras teatrales y otras expresiones artísticas. Estas actividades no solo resaltan la importancia de proteger las semillas nativas, sino que también muestran el compromiso de los(as) jóvenes con la causa. En este contexto, los(as) jóvenes se han convertido en embajadores(as) del movimiento, llevando el mensaje de la campaña más allá de las aulas y generando una conciencia colectiva en la comunidad Zenú sobre la necesidad de preservar su cultura y sus recursos naturales. De esta manera, la participación juvenil impulsa una conexión más fuerte entre la identidad cultural y el resguardo indígena
Este enfoque educativo no solo busca informar, sino también empoderar a las futuras generaciones para que se conviertan en guardianes(as) de su territorio. La campaña reconoce que el cambio duradero solo será posible si los(as) jóvenes sienten una conexión genuina con su entorno y pueden visualizar un futuro en el que prosperen sin la intervención de prácticas agrícolas dañinas. A través de esta estrategia, la campaña asegura la continuidad de la lucha por la soberanía alimentaria y la preservación de la biodiversidad, contando con el compromiso de la juventud. Esta visión a largo plazo fortalece la defensa del territorio Zenú y establece un compromiso intergeneracional con la sostenibilidad y el respeto por el legado natural y cultural de la comunidad.
Este enfoque educativo no solo busca informar, sino también empoderar a las futuras generaciones para que se conviertan en guardianes(as) de su territorio. La campaña reconoce que el cambio duradero solo será posible si los(as) jóvenes sienten una conexión genuina con su entorno y pueden visualizar un futuro en el que prosperen sin la intervención de prácticas agrícolas dañinas. A través de esta estrategia, la campaña asegura la continuidad de la lucha por la soberanía alimentaria y la preservación de la biodiversidad, contando con el compromiso de la juventud. Esta visión a largo plazo fortalece la defensa del territorio Zenú y establece un compromiso intergeneracional con la sostenibilidad y el respeto por el legado natural y cultural de la comunidad.
Un modelo de resistencia y autonomía alimentaria
La campaña “Mi Pueblo Zenú Territorio Libre de Transgénicos” es un referente de resistencia y autonomía alimentaria para otras comunidades indígenas y rurales que enfrentan desafíos similares en Colombia y en el mundo. Ante el avance de la agricultura industrial y la imposición de productos transgénicos y agroquímicos, el pueblo Zenú ha optado por un modelo de agricultura basado en la autosuficiencia y la sostenibilidad. La comunidad entiende que la verdadera soberanía alimentaria solo puede lograrse manteniendo el control sobre sus semillas y sus prácticas agrícolas tradicionales, sin depender de insumos externos que ponen en riesgo su soberanía alimentaria.
Al rechazar la agricultura industrial y la dependencia de productos agroquímicos, los Zenú reivindican su derecho a decidir sobre sus prácticas agrícolas y su sistema alimentario, enfatizando la importancia de preservar su biodiversidad y garantizar su autosuficiencia alimentaria.
Esta autonomía alimentaria implica el rechazo a los sistemas agrícolas que dependen de semillas modificadas y agroquímicos que, a largo plazo, erosionan la biodiversidad y la salud del suelo, además de dañar la salud humana. En su lugar, los Zenú promueven prácticas agrícolas ecológicas que respetan los ciclos naturales de la tierra y mantienen la riqueza genética de sus cultivos. La preservación de las semillas nativas, como el maíz de colores, es una piedra angular en este modelo de resistencia, pues garantiza un suministro de alimentos adaptado a las condiciones locales y contribuye al equilibrio ecológico.
La campaña también refuerza el derecho de la comunidad Zenú a decidir sobre su sistema alimentario y rechazar los modelos de agricultura industrial que despojan a las comunidades de su autonomía. Al mantener sus prácticas agrícolas tradicionales, los Zenú no solo protegen su herencia cultural, sino que también ofrecen un ejemplo para otras comunidades que buscan resistir a la industrialización agrícola. Este enfoque autónomo y sostenible asegura la permanencia de una relación equilibrada con el medio ambiente, en la que el respeto por la tierra y la identidad cultural son principios fundamentales.
Además, la campaña ha logrado difundir su modelo de resistencia más allá de su territorio, inspirando a otras comunidades a valorar sus propias semillas y tradiciones agrícolas. La iniciativa se ha convertido en un movimiento de defensa de la biodiversidad y la cultura ancestral, mostrando que es posible resistir las presiones de la industrialización agrícola mientras se garantiza un futuro en el que las comunidades puedan prosperar en armonía con su entorno.
Estrategias y actividades educativas
La campaña ha organizado múltiples actividades para fortalecer la agricultura ecológica y tradicional en el territorio Zenú. Estos incluyen talleres de educación ambiental, encuentros de intercambio de semillas y proyectos de agricultura sostenible. Estas actividades han sido clave para educar y empoderar a la comunidad en el uso de prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente, promoviendo la autosuficiencia y reduciendo la dependencia.
Inspiración para otras comunidades y visión de futuro
A través de su labor, la campaña “Mi Pueblo Zenú Territorio Libre de Transgénicos” ha demostrado ser una experiencia significativa y un ejemplo inspirador para otras comunidades en Colombia y en el mundo. La iniciativa sigue buscando fortalecerse y llegar a más territorios con el fin de defender el legado cultural y agrícola del pueblo Zenú. El movimiento proyecta un futuro en el que las prácticas sostenibles y los conocimientos ancestrales permiten a las comunidades proteger su cultura y biodiversidad, promoviendo un modelo de autonomía y resistencia en el que la identidad y el cuidado del territorio se mantienen como valores centrales.
Créditos:
Coordinadores de la campaña: Asociación de Productores Agropecuarios Alternativos (ASPROAL)
Diseño gráfico: @ociosoandariego
Texto: Viviana Sánchez Prada – Comunicaciones Red de Semillas Libres de Colombia (RSLC)
Referencias bibliográficas: https://www.semillas.org.co/es/declaracin-del-resguardo-indgena-zen-crdoba-y-sucre-como-territorio-libre-de-transgnicos