17 de abril: Día Internacional de la Lucha Campesina

“Resistimos a la represión de nuestras luchas: ¡Frente a las crisis globales, construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la humanidad!”

Cada 17 de abril, conmemoramos el Día Internacional de la Lucha Campesina, en memoria de los 19 trabajadores rurales sin tierra que fueron asesinados en El dorado dos Carajás, Brasil, en 1996. Esta fecha fue proclamada por La Vía Campesina, un movimiento global que agrupa a más de 200 millones de campesinas y campesinos, para visibilizar las luchas por la tierra, la dignidad y la vida campesina, frente a un modelo económico que criminaliza y desplaza a quienes alimentan al mundo.

En Colombia, la historia del campesinado está marcada por la resistencia ante el despojo, la exclusión y la violencia estructural. La lucha por el acceso a la tierra sigue siendo un eje central: según cifras de Oxfam (2017), el 1 % de las fincas más grandes concentra el 81 % de la tierra productiva, lo que nos sitúa como uno de los países con mayor concentración de tierras en el mundo.

A esto se suma la persistente criminalización de la protesta social campesina, la presencia de actores armados en los territorios, la presión de megaproyectos minero-energéticos, y la expansión del monocultivo y el agronegocio que desplazan comunidades enteras. La erradicación forzada de cultivos ilícitos, muchas veces sin alternativas reales, también ha profundizado la precariedad y la conflictividad social.

En 2013, el Paro Nacional Agrario puso en evidencia el abandono histórico del Estado hacia el campo. A pesar de los acuerdos alcanzados entonces y de los compromisos asumidos en el Acuerdo de Paz de 2016 —particularmente el Punto 1 sobre Reforma Rural Integral— , la implementación ha sido lenta, incompleta o, en muchos casos, inexistente.

Desde la Red de Semillas Libres de Colombia (RSLC), nos unimos al llamado global de La Vía Campesina:

“Resistimos a la represión de nuestras luchas: ¡Frente a las crisis globales, construimos Soberanía Alimentaria para asegurar un futuro a la humanidad!”

La defensa del territorio, de las semillas nativas y criollas, del conocimiento campesino, y de los sistemas alimentarios agroecológicos, son esenciales frente a las múltiples crisis que enfrentamos: climática, alimentaria, económica y social.

Desde América Latina, hemos levantado la voz denunciando las graves violaciones a los derechos humanos que viven comunidades rurales: asesinatos de líderes y líderes sociales, desplazamiento forzado, criminalización del uso ancestral de la tierra, y acaparamiento de territorios por parte de empresas privadas. Como lo ha señalado el relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, el hambre también es una forma de violencia cuando se niega el acceso a tierra, agua y semillas a quienes producen los alimentos.

Llamamos a la acción:

  • A fortalecer las redes comunitarias de defensa del territorio y las semillas.
  • A exigir al Estado colombiano la implementación integral de la Reforma Rural y la protección efectiva del campesinado como sujeto de derechos.
  • A respaldar las economías campesinas, populares e indígenas como alternativa real a la crisis alimentaria global.
  • A defender el derecho a la soberanía alimentaria como camino hacia la justicia social y ecológica.

¡Sin campesinado no hay soberanía alimentaria, ni futuro para la humanidad!

Por: Equipo de Comunicaciones Red Semillas Libres de Colombia (RSLC)

Ilustración: Vía Campesina

Fuentes y bibliografía:

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