Se ha vuelto evidente que nuestro sistema alimentario actual no funciona. Más de una cuarta parte de la humanidad —2.220 millones de personas— enfrenta inseguridad alimentaria de moderada a severa, la biodiversidad global está disminuyendo rápidamente, y las comunidades más vulnerables y marginadas, incluidos los trabajadores agrícolas y los pequeños productores de alimentos, son las más afectadas por los cada vez más frecuentes choques ambientales y económicos.
Las semillas están en el corazón de todos los sistemas alimentarios, ya que contienen la información genética que determina las características y los rendimientos de los cultivos. La diversidad de variedades de semillas disponibles hoy es el resultado de los esfuerzos colectivos de los agricultores a lo largo de miles de años. Las semillas son un recurso humano común transmitido de generación en generación. Por más de 10.000 años, los agricultores han seleccionado, intercambiado y almacenado semillas. Sin embargo, este valioso patrimonio se está perdiendo.
Este documento aborda el potencial y la importancia fundamental de las semillas en nuestros sistemas alimentarios. Para transformar estos sistemas, primero debemos cambiar cómo percibimos e interactuamos con las semillas. Los agricultores y activistas que defienden estos derechos están expuestos a numerosas amenazas, y su labor es a menudo criminalizada. Este trabajo está dedicado a ellos y a todos los que trabajan incansablemente para proteger las semillas de los agricultores y defender la soberanía alimentaria.