OMC y tratados de libre comercio: instrumentos de desvío de poder

Número 94, octubre de 2017

El propósito inicial de los tratados de libre comercio fue ser candados que impedían o revertían cualquier modificación de las llamadas reformas estructurales del Banco Mundial y del FMI, que desmantelaron las políticas públicas que durante años definieran un cierto horizonte de desarrollo con justicia. Hoy los TLC bilaterales o multilaterales, propugnan un interminable desmantelamiento jurídico de las leyes que impulsaban derechos colectivos y protegían ámbitos comunes, los territorios de los pueblos originarios y campesinos, sus tierras, semillas, aguas, montañas, minerales y bosques. Brindan a las corporaciones acceso a nuevos mercados, derechos de propiedad intelectual, telecomunicaciones y energía. Permiten una devastación ambiental sin precedentes; la precariedad laboral cercana a la esclavitud les es crucial. Los gobiernos signatarios son forzados a reformar y volver a reformar sus leyes con compromisos vinculantes para no dar marcha atrás.

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