Inventario de Semillas Nativas en los municipios de Ramiriquí y Ciénaga
Los países tropicales y subtropicales de América Latina son centro de origen y de diversidad de principales cultivos que sustentan la agricultura y la alimentación en el mundo actual. En América, la agricultura se inició aproximadamente hace 10.000 a 8.000 años y, desde entonces, se ha presentado un continuo proceso de diversificación de los cultivos básicos para la alimentación, la medicina y otros usos.
Desde dichos oríginenes de la agricultura, las semillas se han constituido en un componente fundamental de la cultura, de los sistemas productivos, de la soberanía y la autonomía alimentaria de los pueblos, y han sido el eje de conexión e interacción de los agricultores y agricultoras con la biodiversidad y sus territorios. La agrobiodiversidad nativa y criolla es considerada patrimonio de los pueblos, que se encuentra en riesgo de erosión, debido al desaparecimiento de los hábitats naturales, la introducción de variedades de reducida base genética, los cambios en los patrones de consumo de variedades tradicionales, entre otros; y en riesgo de contaminación por introducción de organismos genéticamente modificados. Aunque las causas de la pérdida de biodiversidad son biológicas, los factores que la originan radican en problemas políticos, sociales y económicos.
Ligados a las variedades nativas, los conocimientos de cultivo, uso y aprovechamiento de las mismas están también en riesgo de desaparecer, es decir el legado de cientos de generaciones de agricultores puede perderse, lo cual conlleva a la pérdida de tradiciones familiares y comunitarias.
Frente a este panorama, es importante la realización de estudios de diversidad. El diagnóstico de agrobiodiversidad es un estudio que se hace con los agricultores de una comunidad u organización con el fin de conocer el estado de presencia de las variedades de plantas que se cultivan y poder determinar su están en riesgo de perderse o son abundantes, con el objetivo de diseñar estrategias apropiadas de conservación, recuperación e intercambio. El diagnóstico debe dar cuenta no solo del listado de plantas sino además de una zonificación y una clasificación por grupos de cultivos: frutales, medicinales, hortalizas, leguminosas, etc.
Cuando se tienen inventarios de la biodiversidad, de su manejo sustentable por parte de la comunidad, de la importancia de los servicios ambientales (por ejemplo, agua, biomasa, suelos, biodiversidad) que aportan a la comunidad y, en general, a la sociedad, se tendrá un instrumento escrito que fomentará el orgullo para defenderla como el patrimonio natural y cultural de la comunidad, que desde hace muchos años ha usado, observado, consumido y que es parte de la cultura local. Las amenazas de pérdida de biodiversidad también muestran la importancia de incrementar y fortalecer los esfuerzos de conservación in situ y ex situ de los recursos.